Estos termometros de máxima y mínima de la empresa L. Casella están graduados con la escala Farenheit.
En una bonita caja de caoba tenemos estos antiguos termómetros de máxima y mínima de mediados del siglo XIX. Los termómetros de mercurio de temperatura máxima funcionan al igual que los antiguos termómetros clínicos que median la temperatura corporal. Para ponerlos en “estación” se tenían que agitar; esto comportó que muchos de estos termómetros de máxima se rompieran accidentalmente, y a causa de ello sean los más raros.
El termómetro de mínimas es de alcohol etílico (etanol), ya que este líquido se congela a -114 °C; temperatura nunca alcanzada en la superficie terrestre. En el interior del tubo capilar hay una barrita que hace de testigo al quedar detenida a la mínima temperatura alcanzada. Su escala termométrica es en grados Fahrenheit; de -0,5 ºF a 125 ºF el de máxima y de -0,5 ºF a 110 ºF el de mínima.
Actualmente, en los observatorios meteorológicos los han sustituido por termómetros electrónicos. No están operativos, tienen alguna burbuja de aire. Debido a la antigüedad y rareza de estos dos termómetros no es conveniente manipularlos. Se dispone del manual de instrucciones original del termómetro de mínimas. Fue un encargo del Almirantazgo Británico a la empresa L. Casella. Esta empresa es el fabricante más antiguo del mundo de instrumentación meteorológica, concretamente desde el año 1799 hasta la actualidad.
.jpg){kind=logo}
