Este instrumento se arroja desde un avión cazahuracanes en el ojo del ciclón tropical para tomar datos.
Se desconoce si funciona. Fue fabricada por la empresa Bendix Aviation Corp. en Los Ángeles (EEUU) en abril de 1961, junto a sus accesorios y sus dos paracaídas (modelo AM_AMT-6D, nº 21524). Esta radiosonda de caída (“dropsonde”) normalmente se deja caer en el ojo de un huracán desde un avión a gran altura. Justo antes de tirarla al vacío se debe sacar un eslabón de seguridad que activa un reloj, éste da una cuenta atrás de 5 segundos. Seguidamente, ya a una distancia del avión, se activa un mecanismo que abre la antena y libera el primer paracaídas, que una vez abierto activará el segundo, que es mayor (Ø 1 m aprox.) ya que es una radiosonda pesada. Mientras va descendiendo emite por radio los datos de la presión atmosférica, temperatura y la humedad. No es muy antigua, pero se trata de un tipo de radiosonda poco frecuente.