Martin Johnson Heade
1866
© Colección Thyssen-Bornemisza, en depósito en el Museo Thyssen-Bornemisza
Los paisajistas norteamericanos del siglo XIX, tienen en el prolífico pintor Martin Johnson Heade (1819-1904) a uno de sus principales exponentes. De ello da fe esta excepcional pintura, en la que se representa uno de los temas de paisaje más recurrentes de su obra: las zonas pantanosas salobres de las regiones del este de los EEUU. Los constantes cambios de luz que tienen lugar en esos pantanos, especialmente en los momentos en que el sol está cerca del horizonte –bien al amanecer o bien a la caída de la tarde–, llamaron mucho la atención del artista, plasmándolo con maestría en algunos de sus cuadros. Los más conocidos, y los que más fama le dieron, fueron precisamente los paisajes de las marismas de Nueva Inglaterra, en los que, aparte del magistral tratamiento de las luces y las sombras, encontramos unos cielos cautivadores. En este “Pantanos en Rhode Island” la luz crepuscular lo envuelve todo. A la vista del cuadro, no es fácil saber si la escena representa un amanecer o el momento posterior a la puesta. No obstante, otros paisajes similares del artista, así como las nubes cumuliformes pintadas en éste, cuya silueta se recorta al fondo de la escena –en el horizonte–, invitan a pensar en eso último. Si bien esas nubes pueden crecer en cualquier momento del día, lo más habitual es que lo hagan durante las horas diurnas, culminando su crecimiento al atardecer. Al calentarse el suelo, las corrientes verticales de aire que se generan junto a él son las principales responsables del desarrollo vertical de los cúmulos. Otro interesante detalle, digno de mención, es el vivo color de la parte baja de las pequeñas nubes que salpican el cielo. Dicha circunstancia es consecuencia de la iluminación directa procedente del sol, oculto bajo el horizonte.
© José Miguel Viñas
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