Carlos de Haes
Año 1874
© Museo Nacional del Prado
FUENTE: www.museodelprado.es
Las cambiantes nubes tienen en las montañas uno de sus principales dominios, lo que dota a los enclaves montañosos de una singular belleza y los convierte en fuente de inspiración de no pocos artistas. El pintor español de origen belga, Carlos de Haes (1826-1898), retrató de manera magistral y con sorprendente realismo los paisajes atmosféricos que, con frecuencia, nos brindan los Picos de Europa. Estas nieblas, agarradas a las faldas montañosas, que acarician también alguna cumbre, son un buen ejemplo de ello. Dotado de una técnica muy depurada, caracterizada por una gran minuciosidad, este notable paisajista del siglo XIX logra transmitir a través de este lienzo las sensaciones reales que produce en nosotros la observación del levantamiento de la niebla en un paraje natural como el retratado. A partir de unos cuantos bocetos y estudios de campo que el artista llevó a cabo sobre el terreno, en los que logró captar los efectos cambiantes de la luz y la dinámica de las nieblas cantábricas, el grueso del trabajo lo realizó en su taller de pintura, lo que da, si cabe, un mayor mérito a la obra. Para Carlos de Haes, la finalidad del arte es la verdad que se encuentra en la imitación de
© José Miguel Viñas
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