Desde la cultura griega el problema de la relación del hombre con el entorno físico-natural, y del posible influjo del ambiente en la sociedad humana, venía siendo objeto de muy diversas especulaciones. Médicos fieles a la tradición hipocrática, eruditos y viajeros curiosos formularon ingeniosas teorías sobre la influencia del suelo, de la topografía o del clima sobre la salud de los hombres, sobre su tipo físico, o sobre el carácter moral de los pueblos. En palabras del autor, el propósito de este ensayo es describir el origen y el desarrollo de tales ideas en la cultura europea del siglo XVIII.