Giorgione
Hacia 1508
© Galería de
Las tormentas y los cielos amenazantes son un motivo recurrente en los cuadros de todas las épocas. Pocos fenómenos naturales nos imponen más respeto que los rayos y los truenos, habiéndose creado en torno a ellos numerosos mitos y leyendas, amén del carácter sobrenatural que tradicionalmente se les ha dado. Antes de que la ciencia nos desvelara cuál es su verdadera naturaleza, se consideraba a las tormentas un castigo divino; una de las manifestaciones más claras de la ira de Dios para los cristianos. Este sentido alegórico es el que posiblemente quiso dar el pintor italiano del Renacimiento Giorgione (1477-1510) a la tormenta que aparece en su cuadro “La tempestad”, si bien los especialistas no se ponen de acuerdo sobre el verdadero significado de este misterioso cuadro. Los dos personajes que aparecen en primer plano parecen totalmente ajenos al tiempo tempestuoso que se abate tras ellos. La mujer semidesnuda que está dando de mamar a un bebé, en la parte derecha del lienzo, parece encajar con la figura de
© José Miguel Viñas
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