Pinacoteca meteorológica

Adam Elsheimer
Hacia 1606
© HAUM (Herzog Anton Ulrich-Museum), Brunswick (Alemania)

Este pequeño cuadro –de tan solo 17 x 22 cm– es técnicamente perfecto en lo que al tratamiento de la luz se refiere. Su autor, el pintor y grabador alemán Adam Elsheimer (1578-1610), gracias a obras maestras como ésta, contribuyó al desarrollo del paisaje en la pintura europea, ejerciendo una notable influencia en los pintores de su época. La reproducción del cuadro disponible en esta pinacoteca no permite apreciar con todo lujo de detalles la maravillosa ejecución del lienzo. Quien suscribe estas líneas tuvo la suerte de contemplarlo a un palmo de distancia en el Museo del Prado, el 6 de septiembre de 2011, durante la exposición “Roma. Naturaleza e Ideal (Paisajes 1600-1650)”. En el cuadro se retratan las primeras luces del día. La aurora es justamente esa luz envolvente, con frecuencia sonrosada, que precede inmediatamente a la salida del sol. En primer término, a la izquierda, vemos una colina todavía inmersa en la negritud de la noche, en la que se aprecia una figura humana. En la parte alta de esa colina se observan las copas de algunos árboles a contraluz, ya iluminadas. En segundo plano, colina abajo, las luces doradas del alba permiten apreciar más detalles del paisaje, como la abundante cubierta vegetal y algunas construcciones. La llanura del fondo está bañada por el resplandor amarillento de un sol que está a punto de despuntar. A pesar de quedar todavía por debajo del horizonte, ilumina de abajo a arriba las pequeñas nubecitas –similares a filamentos incandescentes–, que surcan el cielo; algo que con frecuencia observamos en los momentos previos al amanecer. Maravilloso retrato de una escena meteorológica del día a día.

© José Miguel Viñas

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