Armando Alberola Romá
Cuadernos dieciochistas, nº 6 (2005); pp. 19-42
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El conocido como terremoto de Lisboa, acaecido el día primero de noviembre de 1755, constituyó una de las peores tragedias de la historia europea por los terribles efectos que provocó. Sin embargo, no fue la única catástrofe natural a la que tuvieron que hacer frente las gentes de la centuria ilustrada. El presente artículo analiza la acción de los agentes meteorológicos –sequías, inundaciones, etc.– y naturales –erupciones volcánicas, terremotos– , así como las consecuencias que provocaron en