Pablo Larraz Andía; Cristina Ibarrola Guillén
Anales del sistema sanitario de Navarra Vol. 28, nº 2 (MAY-AGO 2005); pp. 197-212
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Durante el invierno 1937-38 en la ciudad de Teruel y sus proximidades tuvo lugar una de las mayores batallas de toda la guerra civil española, que pasaría a la historia como la desarrollada en condiciones ambientales más extremas. Sus consecuencias en el campo sanitario fueron un ingente número de combatientes de ambos bandos con lesiones debidas en su mayoría no a las balas ni a la metralla, sino a la exposición prolongada del cuerpo a un frío extremo, con temperaturas de hasta 20 grados centígrados bajo cero. Los sistemas de evacuación y las redes de asistencia hospitalaria de ambos ejércitos sufrieron un colapso a partir de diciembre de 1937. Dicha circunstancia supuso la etapa de mayor actividad asistencial y tasas de ocupación más altas en los hospitales militares navarros durante toda la contienda civil de 1936-1939.