Meteored Observador de Meteorología Estaciones meteorológicas
Contacto |  rne

Aula abierta

Un rayo de sol


Un rayo de sol


Aunque tengamos el cielo prácticamente cubierto de nubes, su irregular reparto, rozando a veces la anarquía más absoluta, deja a menudo huecos entre ellas, a través de lo cuáles se cuelan con frecuencia rayos de sol, que crean un efecto muy atractivo visualmente. Históricamente, dicha “señal del cielo” se ha identificado, no pocas veces, con una manifestación divina, lo que tiene su reflejo en numerosas representaciones pictóricas de temática religiosa.

El rayo de la fotografía fue captado por Jordi Gubern Piña –gran aficionado a la Meteorología de Cataluña– a primera hora de la mañana del 12 de agosto de 2004 en el valle de Pineta, uno de los más bellos del Pirineo oscense. Este fenómeno óptico que nos brinda en ocasiones la atmósfera, recibe nombres de lo más diversos dependiendo de las zonas de España. Podemos referirnos a él como un calandrón, escaldachón, chugaína, caldiellu o raza de sol, entre otras muchas denominaciones.

En realidad, los rayos luminosos son invisibles, lo que parece ir en contra de nuestra propia percepción visual. Lo que vemos con apariencia de haz de luz es una cohorte de partículas iluminadas por el sol. La luz reflejada por los gránulos de polvo, el polen, las gotículas, etc. que flotan en el aire y que interceptan el flujo de radiación solar, es lo que crea en nosotros la falsa realidad de que lo que estamos viendo es un rayo de sol.

John Herschel, hijo del célebre astrónomo William Herschel, se refirió a este fenómeno en los siguientes términos: “La luz, a pesar de que permite ver los objetos, de por sí es invisible. Hay quien dice que se puede ver un rayo luminoso cuando éste penetra en un cuarto oscuro por un orificio abierto en una pared, o cuando conos o rayos luminosos irrumpen en los espacios entre las nubes un día nublado, procedentes de una zona (invisible) del sol como del punto, en el cual convergen todas las líneas paralelas. Pero lo que vemos en este caso, no es la luz, sino innumerables partículas de polvo o niebla que reflejan cierta parte de la luz que incide en ellas.”

© José Miguel Viñas

Permitida la reproducción total o parcial de este texto, con la única condición de que figure el nombre del autor y la fuente: www.divulgameteo.es



Kitdigital-nextgeneration