Después de la tempestad viene la calma. Esta expresión tan común podemos usarla tanto en sentido figurado como literal. Meteorológicamente hablando, una tempestad sería todo aquel fenómeno atmosférico que provoca un importante descenso de la presión atmosférica y fuertes vientos, generalmente acompañados de lluvia o nieve y, con frecuencia, de tormenta. Tempestades hay de muchos tipos, pero sólo algunas de ellas son devastadoras.
Entre los días 23 y 25 de enero de 2009 un fortísimo temporal de viento, al paso por el Cantábrico y el sur de Francia de una profunda borrasca que se generó en el Atlántico Norte a consecuencia de una “ciclogénesis explosiva”, ocasionó graves destrozos en numerosos lugares de la geografía española, especialmente en el extremo norte peninsular. La calma meteorológica alcanzada tras el paso de Klaus –con ese nombre se bautizó a la borrasca– dejó a la vista cuantiosos daños materiales que la gente afectada comenzó a reclamar a sus compañías de seguros.
En España, el aseguramiento de las catástrofes naturales se inscribe básicamente en el sistema de cobertura de Riesgos Extraordinarios, cuya figura principal es el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS); una entidad pública empresarial adscrita al Ministerio de Economía y Hacienda, con personalidad jurídica propia. Entre los fenómenos naturales cubiertos por el CCS figuran los terremotos, los maremotos o tsunamis, las inundaciones catastróficas, las erupciones volcánicas, las caídas de cuerpos siderales y la llamada tempestad ciclónica atípica (TCA).
El propio CCS define esta última figura,
Tiempo atmosférico extremadamente adverso y riguroso producido por:
1º.- Ciclones violentos de carácter tropical, identificados por la concurrencia y simultaneidad de velocidades de viento superiores a
2º.- Borrascas frías intensas con advección de aire ártico identificadas por la concurrencia y simultaneidad de velocidades de viento mayores de
3º.- Tornados, definidos como borrascas extratropicales de origen ciclónico que generan tempestades giratorias producidas a causa de una tormenta de gran violencia que toma la forma de una columna nubosa de pequeño diámetro proyectada de la base de un cumulonimbo hacia el suelo.
4º.- Vientos extraordinarios, definidos como aquellos que presenten rachas que superen los
© José Miguel Viñas
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