Una de las escenas más famosas de la historia del cine es la del vuelo en bicicleta de “E.T.: el extraterrestre” (1982), donde Elliot (el niño protagonista) y el alienígena surcan los cielos cruzando por delante de una luna de enormes dimensiones. ¿Cuál es la causa por la que en las cercanías del horizonte vemos el disco lunar (y también el solar) de un tamaño mucho mayor que cuando el astro se encuentra en lo alto del cielo?
La causa no es atmosférica, como podríamos pensar, si bien la refracción que sufren los rayos de luz al atravesar la atmósfera influye de manera perceptible en la forma –no en el tamaño– que adoptan el sol y la luna. Dichos rayos
sufren un cambio de dirección al atravesar la atmósfera, tanto mayor cuanto menor sea la altura del astro sobre el horizonte. Esto es debido a las diferentes propiedades ópticas (índice de refracción) que presenta el aire en la vertical. A la vista del observador, los discos solar y lunar en las cercanías del horizonte adoptan una forma ligeramente elíptica –aparecen ligeramente achatados–, con una relación 6:5 entre sus semiejes mayor y menor.
En lo que al tamaño de la luna se refiere, aunque no lo crea, su diámetro es el mismo tanto en el horizonte como en el cenit, por lo que se trata de una ilusión óptica. Es nuestro cerebro el que nos está engañando. No resulta demasiado fácil de entender la forma en que procesamos la información visual, siendo necesario recurrir a la Psicología Cognitiva para dar con una explicación más o menos satisfactoria.
En palabras del profesor titular de la Universidad de La Laguna, D. Carlos J. Álvarez González: “Una de las últimas propuestas es la teoría del tamaño angular, que defiende que los cambios en los patrones que aportan las claves de profundidad producen variaciones en los mecanismos de enfoque y convergencia de los ojos y éstos, a su vez, modifican el tamaño del ángulo percibido. Esta teoría se basa en un tipo de ilusión concreto, investigado desde hace tiempo: la micropsia oculomotora. Consiste en que determinadas variaciones en la actividad de los músculos oculares provocan que un objeto parezca más pequeño de lo que realmente es. Por ejemplo, el ángulo de un objeto de un tamaño determinado parecerá más pequeño cuando los ojos se enfocan y convergen a una distancia menor que la existente hasta dicho objeto. Si lo hacen a una distancia mayor, el objeto parecerá más grande (macropsia oculomotora)."
Añade este profesor que la ilusión desaparece cuando observamos la luna en el horizonte a través de un tubo. Así pues, en la ilusión lunar interviene no solo la luna y/o el horizonte, sino los objetos que hay situados en él: en el cenit, no hay perspectiva alguna.
© José Miguel Viñas
Permitida la reproducción total o parcial de este texto, con la única condición de que figure el nombre del autor y la fuente: www.divulgameteo.es