Meteored Observador de Meteorología Estaciones meteorológicas
Contacto |  rne

Aula abierta

La escarcha


La escarcha


El resultado de la brusca bajada de temperatura que tiene lugar durante las frías noches de invierno, suele ser la formación de una capita de hielo que cubre gran parte de los elementos del paisaje, especialmente la vegetación situada a ras de suelo y las superficies metálicas. Cuando observamos de cerca la escarcha, descubrimos que está constituida por multitud de elementos de hielo independientes, que forman en su conjunto un tapiz blanco de aspecto similar al de un suelo ligeramente nevado.

La formación de esas minúsculas estructuras de hielo, al igual que los copos de nieve, es consecuencia de la sublimación sufrida por el vapor de agua presente en la atmósfera y no de la congelación del agua líquida que pudiera haberse depositado sobre la hierba o que estuviera flotando, en forma de gotitas, junto al suelo.

La sublimación de una sustancia no es más que el cambio de estado que sufre al pasar directamente de la fase sólida a la gaseosa o viceversa, sin pasar por la fase líquida intermedia. El paso de gas a sólido, como ocurre con la escarcha, suele llamarse sublimación inversa, para diferenciarlo del paso de sólido a gas, que llamaríamos sublimación a secas. Los cambios de fase son procesos termodinámicos fundamentales en la atmósfera, ya que se producen importantes transferencias de calor entre el agua en sus tres estados y el medio aéreo.

Las heladas nocturnas no garantizan por sí solas la aparición de la escarcha, ya que se requiere un elevado contenido de humedad en el aire para que tenga lugar la sublimación. Seguramente, haya llamado su atención alguna vez el hecho de que la escarcha se forme con mayor frecuencia sobre el césped o sobre las hojas de las plantas situadas a ras de suelo, que sobre otros tipos de superficies como las aceras de las calles, el asfalto o la arena. A través de la evapotranspiración, las plantas intercambian con la atmósfera oxígeno, dióxido de carbono y vapor de agua, si bien el flujo neto de este último gas es de salida; es decir, escapa al aire desde las hojas y los tallos, cargando de humedad los ambientes donde la vegetación está presente.

Al haber más vapor de agua en el entorno inmediato que rodea las plantas que sobre otras superficies, se favorece ahí más que en ningún otro sitio la formación de la escarcha. Los pelillos foliares y las rugosidades del tejido epitelial de las diferentes especies vegetales sirven de soporte al hielo, formando en su conjunto estos espectaculares trajes a medida que aparecen en la fotografía, tomada por mi buen amigo Fernando Llorente Martínez la mañana del 12 de febrero de 2004 en el madrileño parque de la Dehesa de la Villa.

© José Miguel Viñas

Permitida la reproducción total o parcial de este texto, con la única condición de que figure el nombre del autor y la fuente: www.divulgameteo.es




Kitdigital-nextgeneration