La distribución de las nubes en el cielo es muy cambiante, lo que obecede a las continuas transformaciones a las que se ve sometida el agua en la atmósfera, así como a su irregular reparto, tanto espacial como temporal. Entre un cielo despejado y uno totalmente cubierto de nubes, tenemos un amplio abanico de posibilidades en lo que a la cobertura nubosa se refiere. Conocer cuál es el estado del cielo en un momento dado tiene especial interés aeronáutico.
En Aeronáutica, resulta especialmente útil conocer en un momento dado qué fracción de nubosidad cubre el cielo en el entorno de un aeropuerto, para lo cuál es necesario cuantificar esto de alguna manera. Los observadores meteorológicos son los responsables de llevar a cabo dicha tarea, y para ello establecen una división arbitraria de la bóveda celeste en 8 partes, octas u octavos, y estiman cuántas de esas octas ocuparían las nubes observadas en un momento dado.
La tarea a menudo no es fácil –saber discernir, por ejemplo, entre 4 y 5 octas de cobertura nubosa– y sólo la puede llevar a la práctica, con garantías, un observador experimentado. Los pilotos pueden acceder a dicha información a través de los informes meteorológicos rutinarios de aeropuerto, conocidos como METAR. En ellos, aparte de la cobertura nubosa, se proporciona tambien el llamado “techo de nubes”, que definiríamos como “la altura a la que se encuentra la base de la capa inferior de las nubes, por debajo de
En los METAR la cobertura nubosa se codifica como FEW, SCT, BKN u OVC, en función de la cantidad de nubes que tengamos en el cielo. Cuando las nubes son escasas y apenas ocupan entre 1 y 2 octas, aparecería en el informe FEW, lo que se corresponde con un cielo en su mayor parte azul. Si tenemos entre 3 y 4 octas, se referirían a este cielo como SCT (scattered); es decir, con nubes dispersas. El siguiente grado de la escala sería BKN (broken), que identificamos con un cielo nuboso, con las nubes cubriendo entre 5 y 7 octas, y por último tendríamos el cielo cubierto, codificado como OVC (overcast), con 8 octas de nubosidad.
Teniendo en cuenta lo anterior, puede afirmarse que habrá techo de nubes cuando tengamos BKN u OVC; es decir, cuando la cobertura nubosa sea de al menos 5/8. ¿Y cómo se mide el techo de nubes en un aeropuerto? Para ello, se utiliza un dispositivo llamado ceilómetro (palabra que toma su raíz del término inglés ceiling, que significa techo), conocido popularmente como “pinchanubes”. Sin entrar en grandes detalles, digamos que dicho aparato consta de un emisor de un haz láser que lo proyecta hacia arriba, marcando con un punto de luz la base de la capa de nubes, y un receptor de dicha señal luminosa. Por triangulación, el ceilómetro proporciona con gran precisión la altura a la que se sitúa el techo de nubes.
© José Miguel Viñas
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