El sistema de cuestionarios y relaciones geográficas en el mundo hispánico de la Ilustración. Un procedimiento para obtener y difundir información climática
Juan Alberto Molina García
Llull: Revista de la Sociedad Española de Historia de las Ciencias y de las Técnicas, Vol. 36, nº 78 (2º semestre de 2013); pp. 307-332.
Durante la Ilustración, el Imperio español alcanzó su máxima amplitud y las instituciones oficiales incrementaron su apoyo a las ciencias. Para defender sus fronteras y ejercer con eficacia el poder político y económico, la Corona necesitaba obtener información precisa de sus territorios, incluida la climatológica y la de otros fenómenos relacionados con el clima. Uno de los procedimientos empleados para ello –el de los cuestionarios y relaciones geográficas– se engendró en el siglo XVI. Fue aplicado por numerosos informadores que obtenían, manejaban y difundían datos de todo tipo. Sus actuaciones se basaban en la división del trabajo, el reparto de cooperantes en diversos lugares, el cumplimiento estricto de unos protocolos homogéneos, el uso de códigos de comunicación comprensibles y el envío de los resultados a las autoridades que tomaban las decisiones. A partir de 1777, los interrogatorios e informes finales incluyeron datos atmosféricos cuantitativos. Pero los registros se efectuaron de forma discontinua y esporádica. Y no siempre se dispuso de instrumentos científicos, ni se tomaron las medidas de las variables meteorológicas (temperatura y presión, generalmente) en las mismas condiciones.
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