Salvador Miranda Calderín
Vegueta, nº 7 (2003); pp. 115-133
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A finales del s. XVII el Cabildo Catedral de Canarias, con sede en la capital de Gran Canaria, construyó en la cumbre de la isla dos pozos de nieve. Allí la recogían y conservaban hasta que era transportada en verano a la ciudad. Las libras de nieve se vendieron en la “nevería” ubicada en la trasera de