Víctor Guijarro
Éndoxa: Series filosóficas, nº 19 (2005); pp. 159-190
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El barómetro conoció una extraordinaria difusión en el Siglo de las Luces. Su construcción relativamente sencilla, su amplia variedad de aplicaciones y la facilidad que ofrecía la interpretación de sus lecturas, esta vez como útil para la predicción del tiempo, explican su presencia en diversos centros, dependencias y en las manos de particulares. El éxito y las expectativas despertadas por el barómetro son pues comparables o quizás mayores que las producidas por otros instrumentos de la época como el microscopio y el telescopio.