Charla sobre las nubes en el Fatou (13-3-2008)
En mi segunda participación en las tertulias literarias del Fatou, mi buena amiga y coordinadora del ciclo, Mª Carmen de la Bandera, me propuso hablar en esta ocasión de las nubes. La tarde del jueves 13 de marzo de 2008 impartí en el citado Centro Socio-Cultural la conferencia titulada: El fascinante mundo de las nubes.
En dicha conferencia mostré, con el apoyo de numerosas fotografías, varios ejemplos de los distintos géneros nubosos, poniendo de manifiesto su extraordinaria variedad de formas; de hecho nunca encontraremos dos nubes exactamente iguales. Una nube, lo mismo que un árbol o un cristal de hielo, es un buen ejemplo de geometría fractal. Los fractales abundan en la Naturaleza y se caracterizan por presentar el mismo tipo de estructura a todas las escalas. La observación de las nubes en el cielo nunca deja ni dejará de sorprendernos, ya que siempre encontraremos algún elemento novedoso que llame nuestra atención. Uno puede estar toda la vida observando nubes y nunca caerá en el aburrimiento, cada una de ellas es única y original.
Clasificar las nubes no es una tarea fácil y prueba de ello es el tiempo que se tardó en tener una primera clasificación completa y satisfactoria. No fue hasta 1803 cuando el farmacéutico inglés Luke Howard dio nombres en latín a las distintas nubes, entendiendo su naturaleza cambiante, y estableciendo una clasificación que rápidamente fue aceptada en todo el mundo. El actual Atlas Internacional de Nubes, basado en la clasificación original de Howard, identifica con nombres latinos las distintas formas nubosas, reduciéndolo todo a la combinación de tres géneros básicos: cirrus (rizo), cumulus (montón) y stratus (capa), aparte del calificativo nimbus, usado para poner apellido a las nubes generadoras de lluvia.
En la charla analicé varios cuadros de pintores clásicos, en los que las nubes adquieren especial protagonismo, y mostré a los asistentes unos videos time-lapse de nubes tomadas por el observador meteorológico de la isla de La Palma, Fernando Bullón.